Zorrerías : Retahílas del Nombramiento de Ofelia

Retahílas del Nombramiento de Ofelia
(Zorrerías)

La democracia está grave,
un cáncer hoy la carcome,
un Sida que se la come,
ya no la cura un jarabe.
Yo les digo, muy al suave
que venía mal, pero ahora,
la elección de Defensora
mostró la gran podredumbre
que hay en la cúpula o cumbre
del poder legislativo
donde el pulpo Ejecutivo
mete mano cuando quiera
y el Congreso que antes era
un poder independiente
hoy no es más que un vil sirviente
del Gobierno de los Arias.
Las campanas funerarias
ya suenan por la República,
porque ya la “cosa pública”
no es más que un “bísnes” privado,
conducido y usurpado
por la arista camarilla
a quien la Laura Chinchilla
hoy presta “genio y figura”
pa’ cavar la sepultura
de esta “antigua democracia”.
Qué lamentable desgracia
tan vergonzosa elección:
es muestra de corrupción
y de las trampas “legales”
que aquellos “tales por cuales”
utilizan en malhora
e imponen una señora
que en defensa de derechos
-perdón si me pongo arrecho,
pero la cosa es como es-
nunca ha mostrado interés,
ni amor, ni capacidad,
ni conoce en realidad
de injusticias ni pobrezas.
Ella conoce de empresas
y de fuertes transacciones,
de Sociedades y Acciones
en la Bolsa y en la Banca;
en eso, no es nada manca,
pónganla, pues, de banquera,
pues como Guardia dijera:
esos son expoliadores,
pero ¿estar de defensores
de todos los habitantes?
Dios mío, en un solo instante
se ve la contradicción,
la tremenda corrupción
de los veintinueve aristas
entre ellos, aquella “artista”
que dio la espalda a la ética,
para verse “más estética”,
ya no es cualquier Ciudadana,
pupila de Beto Cañas;
ahora la Historia registra
que es “amiga de Ministras”
Ay carajo, qué montón,
mas ¡qué triste es la traición
y qué astuto que es... ”el Diablo”!
En fin, mejor de esto ya no hablo
para no cambiar de tema,
pues hoy por hoy, el problema
es nuestra Defensoría
-la tuya, de aquel y mía,
la digna e independiente,
la denunciante valiente
de tanta arbitrariedad,
nos la van a arrebatar
el grupo de comerciantes,
financieros, negociantes,
que la Ofelia representa:
eso hay que tomarlo en cuenta
que no nos den diez con hueco,
si a veces de ingenuo peco,
ahora estoy ojo al Cristo,
pues diga,¿ dónde se ha visto
que a cuidar el gallinero
pongan el zorro rastrero?
Eso es lo que está pasando,
Y un pueblo entero, ignorando
este daño tan profundo,
tan doloso y tan inmundo
que la Asamblea asestó
cuando, infame, permitió,
que en la Comisión viciada
fuera la Justicia atada
y que en burla y en sainete
se convirtiera el “brete”
de nombrar al Defensor.
Había más de un señor
y muchas dignas señoras
con años, días y horas
de defender los derechos,
por todo rincón y trecho
de esta Patria tricolor,
mas se impuso el Mandador,
a doña Ofelia impusieron.
no sé si cuenta se dieron
del golpe a la democracia,
o tal vez les hizo gracia
y brindaron muy sonrientes,
soberbios y prepotentes
por su pírrica victoria.
No olvidemos esta historia,
ni el refrán populachero:
“No hay que poner a la zorra
A cuidar del gallinero”.

Por: Carlos Bonilla Avendaño
Céd. 4-121-878

22 de diciembre 2009