Este blog es solamente para posteaor textos varios para compartir, no es producción original jeje

¿OBSERVATORIO O CONSERVATORIO CIUDADANO?

Luis Mata Guillén
Comunicador
luismatagui@gmail.com

Cada vez que leo los periódicos no dejo de sorprenderme –y a veces asustarme—por el uso y abuso de las palabras que realmente significan una cosa y se utilizan para otra; en algún momento llegué a creer que era simplemente ignorancia, pero me convenzo de que se utilizan con la clara intencionalidad de esconder, mentir, manipular e incluso chantajear a la sociedad en defensa de intereses poco claros o más bien muy claros.

Grupos de presión siempre existirán en una sociedad que se dice libre en el tanto la pluralidad que la compone tiene intereses comunes y propios; eso ni está bien ni está mal; simplemente es y tiene nombre: tolerancia. Lo contrario es que un grupo --del color, sabor o ideología que sea— utilice prácticas gebelianas para denigrar o extorsionar a quienes no pensamos igual que ellos o ellas.

El grupo denominado “observatorio ciudadano” resulta ser un grupo que pretende imponer una forma de vida y de sociedad a todos y todas y basan su credo en una forma de concebir la religión que no todos ni todas compartimos; para ellos y ellas el mundo tiene que ser de la forma que su visión establece y no admite discusión seria, porque la imposición no necesita de argumentos sino de fuerza.

Para ellos los derechos son pero con restricciones; los derechos de las mujeres a elegir y ser dueñas de su cuerpo son para parir cuando así lo tenga a bien el hombre con quien malviven y a veces conviven; el derecho a la felicidad y al placer no es, en el tanto creen en la censura previa y reducen la convivencia ciudadana un maniqueísmo simple: satánico todo aquél o aquella que piense y sienta distinto; bueno quien piense o sienta como ellos o ellas.

Hitler concebía la homosexualidad como un mal al que había que extirpar; sin detrimento de abominar el holocausto judío, es llamativo que se menciona poco o nada a los homosexuales o lesbianas que fueron exterminados también en las cámaras de gas, sumados a las personas con discapacidad física o mental que no cumplieron con los estándares nazis; luego de ese terror de estado uno esperaría que Tolerancia se escribiera con t mayúscula sin restricciones, pero molesta e indigna que no sea así.

Hoy están contra la Ley que establece las sociedades de convivencia y para lograr su objetivo de intolerancia, mienten descaradamente sin pudor ni vergüenza; porque en dicha Ley se habla de derechos iguales para quienes también son parte de la sociedad costarricense y no de otra cosa. He pensado y repensado si merecía la pena escribir éste artículo; pero llegué a la conclusión de que es necesario que se sepa que hay quienes nos oponemos con vehemencia a quienes pretendan imponer su particular forma de ver el mundo vengan de donde vengan o sean quienes sean; de lo contrario no sería éste escribidor un demócrata, pues quedarse callado cuando algo está mal es ser cómplice de lo que sucede.

Hubiese deseado que el dinero del campo pagado que al mejor estilo de Torquemada pretende llevar a la hoguera a los ministros y ministras que apoyan la Ley de Sociedades de Convivencia se utilizara para otra cosa; que se yo, para quizá --y ya que les gusta la línea macartista--- exhibir a quienes hablan de protección al ambiente y hacen exactamente lo contrario; o talvez –soñar no cuesta nada—para brindar alguna solución real y a largo plazo a los niños y niñas que malviven en los orfanatos o por último a quienes demuestran su “amor” asesinando a mujeres todos los días, pero no es ni será así; el fanatismo siempre se acompaña de intolerancia y como tal, tiene fijaciones que no dan para otra cosa.

Lo cierto es que más que observatorio y en honor al buen uso del lenguaje éste grupo debería llamarse conservatorio; porque pretende conservar su statuo quo en el que no caben ni el pensamiento diverso ni menos la elección individual. Si lo desean pueden poner de una vez la foto de éste escribidor a la par de la de los ministros y ministras que exhibieron; para mí sería un honor y a pesar de lo que pienso de éste gobierno, no tengo ningún miedo en decir que los apoyo en su iniciativa democrática y verdaderamente ciudadana en pro de la inclusión sin aplicar restricciones.